-En esta coyuntura actual de confinamiento, ¿qué factores o malos hábitos pueden acabar generando un déficit de calcio en nuestros huesos?
Los problemas de un confinamiento mantenido, como el actual en que nos encontramos, acentúan los problemas inherentes al sedentarismo, especialmente la tendencia a aumentar el peso corporal al no poder hacer ejercicio, pero sí mantenerse con normalidad la provisión de alimentos.
-¿Qué segmentos de la población son los más vulnerables en este sentido?
Realmente pro el mismo motivo de mantener la dieta en los parámetros habituales, no deben producirse déficits de calcio. Únicamente serían propensas a ello las personas que ya de por sí tienen una alteración de este metabolismo del calcio, especialmente las mujeres a partir de su menopausia.
-En aquellos segmentos menos expuestos a este problema, ¿existe alguna circunstancia tal como un embarazo o similar que puedan generar una mayor vulnerabilidad?
En situaciones en las que se mantiene la dieta y la normal adquisición de alimentos y, o complementos no es esperar que haya otras circunstancias en que se produzca este déficit excepto, como he señalado las personas – mayores- con osteoporosis.
-En tal caso, ¿qué consecuencias podríamos notar?
Los déficits de calcio de la osteoporosis no producen ningún síntoma; únicamente exponen a estas personas a sufrir fracturas ante traumatismos casuales.
Sin embargo, el sedentarismo y el aumento de peso sí tienen consecuencias, tendiendo a descompensar y aumentar nuestra tensión arterial, nuestras cifras de glucosa, creando debilidad muscular y pérdida de la sensación de salud, desánimo e incluso depresión.
-¿Qué consejos deberíamos seguir para evitar caer en estos problemas?
Es aconsejable que mantengamos activas nuestras articulaciones de la marcha (caderas, rodillas, tobillos, pies). Para ello, el pedaleo en bicicleta estática (pedales para las personas de más edad) son un buen ejercicio realizado de forma habitual y continua.
Sí podemos disponer de una máquina de las denominadas elíptica, aconsejamos igualmente su empleo de forma periódica. Permite un ejercicio aún más completo que implica también a las extremidades superiores y el tronco.
En general, es siempre aconsejable dedicar unos minutos a realizar ejercicios de calentamiento antes de comenzar y de estiramiento al terminar. En Google y en YouTube disponemos de una variada gama de estos ejercicios. El consejo es adaptar estas tablas a las características de cada uno.
El ejercicio mantendrá nuestra mente ocupada y nos permitirá contrarrestar la tendencia a ganar peso y sus consecuencias derivadas de ello.
Nuestras articulaciones de la columna y las de las extremidades superiores (hombros, codos, muñecas) se beneficiarán igualmente de la realización periódica de estos ejercicios de estiramiento. Pero es especialmente importante para ellas que cuidemos nuestros hábitos posturales durante el trabajo telemático y, o el ocio de lectura: actitud mirando al frente; datos a la altura de los ojos; no sujetar el teléfono con la oreja; respaldo alto de silla con ruedas; codos pegados al cuerpo y antebrazos apoyados en la mesa de trabajo o en apoyabrazos. También es aconsejable interrumpir esta actividad cada un máximo de dos horas y realizar algunos ejercicios de estiramiento.
De estas actitudes posturales se beneficiarán igualmente las madres durante las fases de lactancia o de alimentación de bebés, procurando adoptar posiciones y posturas adecuadas para su espalda.