Cuestiones en las patologías de rodilla:
- ¿Qué es la artrosis y cómo la tratamos en la rodilla? Tipos de prótesis
- ¿Qué son los meniscos y cómo tratamos sus lesiones?
- ¿Qué son los ligamentos cruzados y cómo tratamos sus lesiones?
- ¿Qué es el síndrome doloroso de rótula y cómo lo tratamos?
- ¿Qué es la luxación de la rótula y cómo la tratamos?
- ¿Qué es una osteotomía y en qué casos la aconsejamos?
- ¿Cuáles son las fracturas más importantes de la rodilla y cómo las tratamos?
- ¿Cómo son las lesiones de cartílago y cómo las tratamos? La osteocondritis
- ¿Qué lesiones pueden tener los tendones de la rodilla y cómo tratarlas?
Rodilla
La rodilla se trata de la articulación que más se lesiona. Requiere de muchos elementos para realizar su función (meniscos, ligamentos, tendones…). Con el aumento de las actividades físicas y deportivas, también han aumentado de forma exponencial las lesiones. Es por ello por lo que la rodilla se convierte en la articulación más tratada y estudiada.
De forma paralela han aumentado también las posibilidades de estudio y de tratamiento. Hemos añadido al arsenal, herramientas que nos permiten lograr de forma más exacta e individualizada el tratamiento óptimo. Como pueden ser las RM de última generación, las terapias biológicas o trasplantes de tejidos vivos.
ARTROSIS
Se trata de una enfermedad crónica degenerativa, en la cual el cartílago se ve dañado de forma progresiva. Este cartílago se sitúa en las articulaciones y permite el movimiento armónico de las articulaciones. Cuando se ve dañado aparece dolor y dificultad de movimientos
Se suele producir por causas naturales (desgaste del cartílago), pero podemos sufrir lesiones que aceleren este proceso; por ejemplo: fracturas, traumatismos, inestabilidades de rodilla, cirugías previas…
La clínica más habitual es dolor y rigidez. Al principio es ocasional, pero a medida que evoluciona la enfermedad se hace más constante hasta llegar a ser permanente.
Tratamiento: Lo primero que debemos saber es que no tiene cura. Pero si tenemos herramientas para aliviar los síntomas y retrasar la evolución.
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Control peso
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Mantenerse activo, buen tono físico
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Analgesia
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Infiltraciones con corticoides
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Infiltraciones con ácido hialurónico
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TERAPIAS REGENERATIVAS (infiltración con Orthokine, PRPG)
Se trata de ir dando pasos de forma progresiva e individualizar el proceso de cada paciente. Ofreciendo lo más efectivo para cada uno. Cuando todas estas medidas no son suficientes, debemos realizar una sustitución articular, es decir, una prótesis.
PRÓTESIS:
Si la enfermedad continúa evolucionando, produciéndose una mayor pérdida de cartílago y las anteriores opciones no son suficientes para lograr una vida de calidad, se opta por este tratamiento, realizando una sustitución de la articulación dañada.
En el momento actual, el desarrollo tecnológico nos ha permitido tener disponibilidad de distintos TIPOS DE PRÓTESIS. Gracias a ello podremos individualizar y escoger de forma más precisa el tipo de prótesis que necesita nuestro paciente. Trabajamos para que la recuperación sea fácil y lo menos dolorosa posible.
Hasta hace poco tiempo cuando se colocaba una prótesis, se sustituía toda la rodilla. Pero la rodilla se puede dividir en tres compartimentos (interno, externo y rotuliano o femoropatelar). Con el objetivo de brindar una recuperación más rápida y satisfactoria, en los casos en los que es posible, sustituimos únicamente aquel compartimento que se encuentra dañado, evitando tener que sustituir toda la articulación. Así, dependiendo del grado y extensión de la afectación de los distintos compartimentos de su rodilla, recomendamos PRÓTESIS PARCIALES (unicompartimentales) o prótesis patelofemorales (de la rótula).
A su vez ofrecemos la posibilidad de elaborar plantillas personalizadas de su rodilla (PSI), que facilitan y aumentar la precisión a la hora de colocar una prótesis.
Meniscos
En toda rodilla encontramos dos meniscos, uno en la zona medial y otro en la zona lateral. Se tratan de estructuras fibrocartilaginosas, cuya función principal es la de distribuir las fuerzas-cargas que se producen a través de la articulación de la rodilla. Además, contribuyen a la estabilidad y reducen la fricción. Por lo tanto, son fundamentales para la función armónica de la rodilla y para la protección del cartílago.
Son estructuras muy expuestas a lesiones, siendo causa habitual de consulta. El origen de la lesión puede ser traumática (sobre todo en gente joven practicando deporte) o por causa degenerativa (edad más avanzada, causada por desgaste).
Los síntomas principales serán chasquidos, dolor, derrames, inflamación o bloqueos articulares. Es fundamental valorar como afecta está lesión a su actividad cotidiana.
Dentro de las lesiones meniscales, no todas son iguales. Existen diferentes tipos de lesión y no todas las lesiones requerirán tratamiento. El tratamiento deberá ser individualizado y específico según el tipo de lesión y paciente.
El tratamiento ofrecido puede ir desde medidas conservadoras con terapia analgésica, a diferentes tipos de infiltraciones con corticoides o terapias biológicas, tratamiento rehabilitador y por otro lado necesitar tratamiento quirúrgico que, habitualmente, se realiza por ARTROSCOPIA.
Siendo el objetivo principal la preservación del mayor tejido meniscal posible, realizando sutura meniscal en aquellos casos indicados.
Ligamento cruzado anterior
Otra de las lesiones más comunes de rodilla es la rotura del ligamento cruzado anterior, especialmente en deportistas que practican deportes de pivote, como el fútbol, el esquí o el baloncesto. Ante dicha lesión, lo más habitual es que el paciente requiera de una intervención quirúrgica para recuperar la función previa de su rodilla. También esta intervención se realiza por ARTROSCOPIA.
Además, hay que tener en cuenta que una lesión del ligamento cruzado anterior, en muchas ocasiones puede estar acompañado de otras lesiones en la rodilla, como puede ser lesiones meniscales o de otros ligamentos, que habrá que estudiar y tratar conjuntamente.
El diagnóstico se basará tanto en el examen físico como en las pruebas de imagen, que junto al historial del paciente nos ayudará a tomar la mejor decisión definitiva.
El tratamiento quirúrgico supone restablecer la estabilidad de la rodilla, reconstruyendo el ligamento dañado. Aquí, el traumatólogo reemplazará el ligamento dañado con un injerto de tejido. Se sabe que la mejor manera de reproducir la función de este ligamento dañado es reproduciendo la anatomía natural, siendo ese el objetivo.
Después de la cirugía, la rehabilitación es fundamental para lograr una funcionalidad completa.
En cuanto al tipo de tejido utilizado para la reconstrucción, existen distintas posibilidades, siendo la más habitual la extracción de los tendones isquiotibiales del mismo paciente que servirán para crear el nuevo ligamento cruzado anterior.
Otra posibilidad menos frecuente es la de obtener el tejido de su tendón cuadricipital o tendón rotuliano. En situaciones como cirugías de revisiones o pacientes con menos requerimiento, es frecuente utilizar tejido de donante.
Lesiones del ligamento cruzado posterior
La lesión de este ligamento es mucho menos frecuente que la lesión del ligamento cruzado anterior. Además, como característica presenta la posibilidad de curación en algunos casos sin requerir intervención.
Aunque son pocos los pacientes que requieren intervención quirúrgica, se debe individualizar cada caso y realizar un seguimiento estrecho para valorar la idoneidad del tratamiento.
Lesiones multi-ligamentosas
Se trata de lesiones en las cual está afectado más de un ligamento de la rodilla, siendo su mecanismo generalmente de alta energía.
Es indispensable una evaluación exhaustiva de todas las estructuras. Requiriendo tanto imágenes radiográficas como resonancia magnética. Con toda la información podremos planificar una estrategia lo más precisa posible.
En muchas ocasiones, al requerir reconstruir más de un ligamento, es posible necesitar tejido proveniente de un banco de tejido ajeno al paciente.
Además, es posible que la reconstrucción tenga una parte de cirugía artroscópica como a su vez una parte de cirugía abierta, para reconstruir los ligamentos que se encuentran fuera de la articulación.